Siempre me ha gustado contar historias, escribirlas solo era cuestión de tiempo.
De niño me gustaba cambiar el final de las películas y al final creaba historias distintas, después empecé a leer libros de Conan Doyle y Mary Higgins Clark, entre otros, y comencé a escribir.
Mi pasión por estas historias me llevó a estudiar criminología en la Universidad Autónoma de Barcelona, lo que me ayudó a añadir ciertos detalles a mi obra, y ahora mis ganas de escribir se han unido a las de ser leído.
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